Como antes vivía en Barcelona, mi vida cotidiana ha cambiado mucho pues lo que impera ahora es la tranquilidad. Se acabaron los bullicios matutinos en el metro, ir corriendo de aquí para allá y todo eso. He tenido que adaptarme a un ritmo más lento, a no tener prisa para hacer las cosas. Actividades como comprar se hacen mucho más largas que en la ciudad, pues aquí la gente se entretiene hablando unos con otros.
En Ayerbe hay supermercado, pescadería, carnicerías, panaderías, farmacia, centro de Salud y alguna otra tienda de regalos o ropa de montaña, por lo que si no necesitas algo muy especifico no hace falta que te desplaces a Huesca.
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